Veamos por qué debemos controlar su ingestión
El consumo de bebidas alcohólicas es un hábito común para muchas personas. Aunque se ha sugerido que el consumo moderado de alcohol puede prevenir el desarrollo de enfermedades cardíacas, no se recomienda su consumo para dicha finalidad.
Por el contrario, su consumo excesivo acarrea consecuencias nocivas para la salud: puede crear dependencia, producir cirrosis hepática, pancreatitis, daños cerebrales, de las arterias y del corazón. Aumenta el riesgo de tener hipertensión, infarto de miocardio, algunos tipos de cáncer, accidentes de tránsito, episodios de violencia y deficiencias nutricionales.
El límite recomendado de consumo diario de alcohol es de:
Una medida de bebida alcohólica que equivale aproximadamente a:
1 vaso de vino (150cc)
1 lata de cerveza (350cc)
1 copa de sidra (150cc)
1 copa de champagne (150cc)
1 medida de whisky (50cc)
Las bebidas alcohólicas también aportan 7 calorías por gramo.

Resumen: las bebidas alcohólicas son “enemigas potenciales“ y no aliados de nuestro plan de bajar de peso.