¡Siempre de a diez resulta más barato!
- Leer la información nutricional. Compare el sodio de los alimentos que habitual-mente compra y elija los que contengan menos sodio.
- Preparar comida en casa con la mayor frecuencia posible. No le agregue sal a los alimentos antes o mientras los cocina.
- No llevar el salero a la mesa.
- Sumar sabor sin sumar sal. Use hierbas y especias en lugar de sal para condimentar. Pruebe el romero, el cardamomo, el orégano, la albahaca, el curry en polvo, la pimienta de cayena, el jengibre, el ajo fresco o en polvo (no la sal de ajo), la pimienta negra o roja, el vinagre o el jugo de limón y las mezclas de condimentos sin sal.
- Consumir alimentos frescos con la mayor frecuencia posible. Compre pescado de mar, pollo, carne de cerdo y carne magra fresca en vez de fiambres, embutidos, hamburguesas congeladas o salchichas envasadas.
- Consumir verduras frescas todos los días: si no las consigue utilice las congeladas, pero evite las enlatadas.
- Si consume enlatados, ¡enjuáguelos! Antes de usarlos, enjuague los alimentos enlatados que contengan sodio, como el atún, las arvejas, o el choclo antes de usarlos. Esto elimina parte del sodio.
- Investigar los quesos. Compare el contenido de sodio de los quesos; general-mente es muy alto. Elija la ricota y el queso blanco en lugar de quesos duros. Pue-de agregarles vegetales picados, hierbas y especias para lograr diferentes sabores.
- Experimentar con los condimentos. El sodio de la salsa de soja, ajinomoto o re-saltadores de sabor, la mostaza, el ketchup, aderezos para ensaladas y los sobres de condimentos puede ser muy alto. Agregue aceite y vinagre a la ensalada, en lugar de aderezos envasados.
- Si va a un restaurant o rotisería, pregunte y elija una opción con menor contenido de sodio. Pida que le preparen la comida sin sal y que las salsas y los aderezos para las ensaladas se los den aparte para poder usar menos cantidad. También puede reducir el tamaño de su porción y así incluir menos sodio. Si encarga pizza, que tiene muchísima sal, modere la cantidad y acompáñela con ensaladas
Resumen: mi nuevo lema: ¡Sal de la mesa!