¿Pera o manzana?
Adelgazar brinda diferentes beneficios que dependen en parte del tipo de obesidad.
¿Pero qué tiene que ver la pera y la manzana del subtítulo?
Es una forma práctica de clasificar tipos la obesidad al igual que valorar su impacto sobre la insulinorresistencia y el desarrollo de DT2 y otros factores de riesgo cardiovascular.
La evidencia demuestra que la grasa que se deposita en las caderas (tipo pera) es menos activa y nociva que la depositada en el abdomen (tipo manzana).
En efecto: la obesidad, especialmente la de tipo manzana, se asocia con otros factores de riesgo cardiovascular (FRCV), es decir con factores que favorecen el desarrollo de lesiones cardiovasculares.

¿Cuáles son esos FRCV?
Son básicamente la diabetes, la hipertensión arterial y la dislipemia (aumento de alguna de las fracciones de lípidos de la sangre).
La asociación de dichos FRCV aumenta el riesgo de tener un infarto, un accidente cerebrovascular o lesiones en miembros inferiores. Cabe destacar que las lesiones cardiovasculares son la causa más frecuente de discapacidades y muerte prematuras.
¿Y las personas con obesidad tipo pera?
Esos no suelen asociarse a FRCV pero el sobrepeso aumenta la carga de la columna vertebral y las articulaciones de la cadera, rodillas y tobillos.
¿Quiere decir que adelgazar alarga nuestra vida y su calidad?
Efectivamente, adelgazar no es tan solo un hecho estético sino que es una alternativa eficaz para aumentar la calidad y cantidad de vida. En el caso particular de la DT2, adelgazar es una herramienta eficiente para prevenir su desarrollo.
Resumen: adelgazar es algo más que bajar de peso y verse bien: ¡es aumentar calidad y cantidad de vida!
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