¡Sabrosas, pero no inocentes!
La sed es un mecanismo que le permite al cuerpo mantener constante la cantidad de agua del cuerpo. Para saciarla podemos emplear una gran variedad de bebidas, pero no todas favorecen el logro de nuestra meta de bajar de peso.
Para mantener constante el volumen de agua corporal se recomienda tomar dos litros de líquido diarios. Esto implica que, según el tipo de bebidas elegidas, variará mucho la cantidad de calorías ingeridas.
Por ejemplo 2 litros de gaseosas azucaradas “comunes” aportan un total de 900 calorías (equivalente a la mitad del requerimiento energético del adulto), mientras que 2 litros de agua, gaseosas con edulcorantes o infusiones no azucaradas no aportan calorías.
¡Saque cuentas y decida saludablemente

Resulta entonces que para alcanzar la meta intervencional de adelgazar exitosa-mente para reducir la insulinorresistencia y prevenir la diabetes tipo 2, la ingesta de agua (bebida no calórica y barata), es lo ideal. Adicionalmente, su ingestión antes de las comidas, distiende el estómago y reduce así el apetito.
Si busca igual beneficio, pero más sabor, puede optar por el mate, el té y el café sin azúcar y también las bebidas endulzadas con edulcorantes no calóricos.
Como mencionamos anteriormente, las gaseosas azucaradas pueden reemplazarse ventajosamente por agua. Además, está demostrado que su consumo está asociado con el desarrollo de sobrepeso y de diabetes tipo 2.
Resumen: una buena selección de bebidas contribuye a lograr la meta de pérdida de peso y ahorro dinero. ¡Dos pájaros de un tiro! Su salud y su bolsillo se lo agradecerán.
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