Pruebe… hacer algunas verduras en milanesa (sin fritar, a la plancha u horno), de berenjenas, zapallitos, zucchini. Puede agregar semillas o avena al pan rallado.


Tenga a mano verduras deshidratadas… vienen julianas de verduras para sopa o para guisos, cebollas, ajo, zanahorias, son muy económicas y no tienen desperdicio.
Preste atención a las ofertas de verduras congeladas, son una opción que puede incluirse sin inconvenientes.
Incluso algunos productos enlatados como espinacas, tomate, remolacha, pueden contribuir a esos momentos en que tiene poco tiempo, enjuagarlos para quitarles la sal, y emplearlo en ensaladas, guisos y tortillas.

Agregar una cucharada de aceite vegetal (oliva, girasol u otro) para condimentar en crudo las ensaladas y algunas otras preparaciones.
Resumen: la Organización Mundial de la Salud estima que, si se aumentara el consumo de frutas y verduras en cantidad suficiente, cada año podrían salvarse… ¡un millón setecientas mil vidas!